quinta-feira, novembro 20, 2008

Quedaros con esto!

Lunes, 24 de abril de 2000



ALVARO CUNHAL. EX SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA PORTUGUES
«El Gobierno portugués está al servicio de los latifundistas»




PILAR YOLDI. Especial para EL MUNDO


«Tengo 86 años y lucho, como luché toda la vida desde los 18 años en que entré en el Partido Comunista. Continuaré, mientras tenga fuerzas, en la política». «Los conceptos y principios del marxismo-leninismo siguen teniendo validez y actualidad». «Los partidos comunistas necesitan una ideología revolucionaria».
LISBOA.- Secretario general del Partido Comunista Portugués (PCP) de 1935 a 1992, y todavía hoy activo miembro de su Comité Central, Alvaro Cunhal (Guarda, 1913) es una de las figuras políticas más significativas del Portugal contemporáneo.

Todavía combativo ideólogo y activista del comunismo, Cunhal acaba de publicar un ensayo sobre la Revolución de los Claveles, en el que revisa la evolución posterior de la política portuguesa, bajo el significativo subtítulo de La contrarrevolución se confiesa. Prolífico e incansable, es también autor literario con el seudónimo de Manuel Tiago y en estos meses ultima la adaptación a la televisión de su novela Hasta mañana, camaradas.

Su trayectoria personal tiene también mucho de literaria y de política, pues pasó el salazarismo en la clandestinidad, en el exilio y en la cárcel. Condenado a años de celdas de aislamiento en Lisboa y a una pena de 11 años en la prisión de máxima seguridad de Peniche, Cunhal y nueve camaradas más lograron fugarse en 1960 utilizando una cuerda hecha con sábanas. Pasó su exilio en París y regresó a Portugal el 25 de abril para formar parte del gobierno provisional después de la caída de la dictadura.

A sus 86 años, Alvaro Cunhal es la memoria de todo el siglo XX y parte del XXI. Siempre ocurrente y mordaz, Cunhal repasa en esta entrevista exclusiva para EL MUNDO la política portuguesa y la española, el papel del comunismo en los inicios del nuevo siglo y los 26 años que estos días celebra la Revolución de los Claveles.

- ¿Cuál es su papel, en la actualidad, en el Partido Comunista Portugués? ¿En qué órganos del partido participa?

- Soy militante y miembro del Comité Central. No formo parte de ninguno de los órganos ejecutivos. Participo en muchas iniciativas del partido, de municipios, de bibliotecas y asociaciones diversas. Doy entrevistas. Escribo ensayos de análisis política, el último de ellos sobre la Revolución de Abril.

- ¿Cómo ve la evolución del PCP y el rumbo tomado en los últimos tiempos? ¿Es la idea que tenía para el partido?

- Sigo pensando que el PCP debe continuar siendo el partido de la clase obrera y de todos los trabajadores, independiente, ligado a las masas populares, convencido y valeroso, orgulloso de forma crítica y autocrítica de su pasado de 79 años de lucha, extrayendo las lecciones y experiencias del movimiento comunista, respondiendo a la evolución de la situación salvaguardando los elementos fundamentales de su naturaleza e identidad, y dando respuestas nuevas a las nuevas realidades y a los nuevos fenómenos.

La Historia ya demostró que partidos que condenaron su propio pasado y el pasado del movimiento comunista, que abandonaron su ideología y su naturaleza de clase, que quisieron transformarse en partidos socialdemocratizantes, perdieron su influencia en la vida nacional y algunos acabaron por desaparecer. Por lo que dicen y escriben, hay algunos camaradas que quisieran que el partido fuese por ese mal camino. Pero confío en que no será ése nuestro caso. Continúo pensando que partidos comunistas convencidos y valientes son necesarios e insustituibles.

- ¿Qué piensa de la revisión y de las fuertes críticas de los líderes del PCP sobre el marxismo-leninismo?

- El marxismo-leninismo continúa, en el programa y en los estatutos, en la base teórica del PCP. Al contrario que otras interpretaciones, es una teoría revolucionaria antidogmática y dialéctica, es una teoría o un conjunto de teorías no petrificadas, sino en movimiento, enriqueciéndose y evolucionando con la vida y la práctica. Crea nuevos conceptos que corresponden a nuevas realidades, a la evolución económica y social y a las profundas modificaciones resultantes de los descubrimientos científicos y a las revolucionarias tecnologías. Pero sus conceptos y principios fundamentales continúan teniendo validez y actualidad.

Los partidos comunistas que se propongan luchar contra la actual ofensiva global del imperialismo para imponer su dominio en todo el mundo necesitan de una ideología revolucionaria que no se encamine, sino que combata el fin de la ideología y el pensamiento único.

- ¿Y sobre los regímenes comunistas que continúan en el mundo?

- La Historia ya mostró que no hay un modelo de sociedad socialista, ni igualdad en los caminos para alcanzarla. Una cosa y otra dependen de la real estructura económica y social de cada país, de las clases sociales y partidos existentes, y también de las tradiciones históricas.

Los países en que los comunistas están en el poder y colocan como su objetivo construir una sociedad socialista, tienen diferencias considerables en su realidad, y escogen caminos diferenciados para alcanzar su objetivo. Además, constituyen una fuerza de resistencia a la actual ofensiva global del imperialismo. Nuestro deseo es que, a pesar de la compleja y peligrosa situación internacional, lleven adelante con éxito el objetivo que persiguen.

- Para quien vio la Revolución de los Claveles desde este lado de la frontera, lo más sorprendente es leer en su libro «La verdad y la mentira en la Revolución de Abril» que Soares fue un instrumento de los americanos para evitar el triunfo del proceso revolucionario. ¿Considera, entonces, que Soares engañó al pueblo portugués?

- Sí lo considero. No sólo que engañó al pueblo, proclamando que sus objetivos eran las transformaciones revolucionarias que el PCP proponía y que avanzaban con la revolución, sino que participó activamente en el proceso contrarrevolucionario. Siempre lo afirmé y el libro que menciona lo prueba irrefutablemente. Sobre esa vinculación con los americanos, el propio Soares declaró recientemente que en la Revolución de Abril «conspiró» con Carlucci -embajador de Estados Unidos en Portugal y destacado agente de la CIA-, como conspiraría con quien quiera que fuese para derrotar a los comunistas.

- Después del desmentido de Cavaco Silva, ¿confirma o matiza sus afirmaciones sobre los planes de Portugal e Indonesia para Timor?

- Confirmo y no matizo: ese desmentido demuestra que hay dirigentes políticos que no asumen la responsabilidad de sus actos y de sus propias propuestas. Portugal apoyaba la lucha armada del pueblo timorense. Cavaco Silva, como primer ministro, propuso en el Consejo de Estado que se abandonase esa política y se entregase a la ONU y a su secretario general la solución del problema.

- ¿Cómo ve la coyuntura política española tras el triunfo de Aznar y la situación de la izquierda?

- Una situación compleja. De una forma general, y no sólo en referencia a España, pienso que no se construye una alternativa democrática y de izquierda con gobiernos que practican una política de derechas. Pensando así, tengo naturalmente en cuenta la situación económica y social, la ordenación y correlación de fuerzas sociales y políticas en cada país. Las soluciones tienen necesariamente que ser diferentes.

Pero es un camino liquidacionista convertir a los comunistas en una fuerza de apoyo, lo mismo que su participación en un gobierno al servicio del gran capital contra los derechos fundamentales de los trabajadores.

- ¿Que opinión tiene de la evolución del comunismo en España, de los comunistas actuales y de los recientes acontecimientos, como la unión electoral de IU y PSOE?

- No deseo pronunciarme sobre los resultados electorales de Izquierda Unida. Pienso, sin embargo, que en España hace falta un partido comunista fuerte, que (reconociendo) valorando su heroico pasado, responda con éxito a los graves problemas del presente.

Sin referencia a la situación de España, pienso hace mucho que un partido comunista tiene que tener una intervención propia y convencida, sin diluírse en frentes unitarios, lo que les hace correr serios riesgos de convertirse en partidos socialdemocratizantes, que pierden su fuerza, su influencia y su intervención en el país.

- ¿Conserva amistades en España?

- Tengo gran admiración por el pueblo español, al que tuve ocasión de conocer en los primeros meses de la guerra civil del 36. Pero hace mucho que no tengo contacto estrecho con España o con ciudadanos españoles.

- Este 25 de Abril, la Unión Europea está presidida por un portugués. ¿Que opinión le merece el papel de António Guterres en estos meses de Presidencia y como primer ministro de Portugal?

- La Presidencia portuguesa de seis meses nada altera de sustancial en la política de la UE, ni tampoco en lo que respecta a Portugal, ya que apoya y cumple las políticas comunes obligatorias para todos los estados miembros, decididas e impuestas por los países más ricos y poderosos. Muchas de esas decisiones son fuertemente lesivas para los intereses de Portugal. El Gobierno actual es un gobierno enteramente al servicio del gran capital y de los latifundistas.

- ¿Qué opina del hecho de que la política económica portuguesa esté siendo llevada por un ex comunista, el ministro Pina Moura?

- Un ejemplo, que no es el único, de individuos que han sido miembros de mi partido y que han participado en la lucha en defensa de los intereses y derechos de los trabajadores y del país contra la explotación capitalista, y que son hoy ministros o diputados de un partido que practica una feroz política de apoyo a los grandes grupos económicos y transnacionales, liquidando derechos fundamentales de los trabajadores.

Que cada cual haga su juicio sobre tales personas.

- ¿Qué piensa de las nuevas generaciones? ¿Cree que el futuro de Portugal está en buenas manos?

- A pesar de los graves fenómenos negativos, se está formando en las nuevas generaciones una ola de nuevos valores y nuevas y sanas aspiraciones. Estamos viviendo un momento en que los jóvenes, si reciben amplio apoyo y estímulo, pueden convertirse en una fuerza social influyente y progresista.

- ¿Qué proyectos inmediatos personales tiene?

- Tengo 86 años y lucho, como luché toda la vida desde los 18 años en que entré en el Partido Comunista. Continuaré, mientras tenga fuerzas, en la actividad política. Sigo escribiendo, y continúo aprendiendo de los otros, incluyendo a los jóvenes y a las clases más explotadas, aprendiendo con su experiencia y su situación y su reflexión. Sigo teniendo gusto también por la vida y por la naturaleza, respetando a las personas y teniendo, como grandes y gratificantes, valores como el amor y la amistad.

2 comentários:

Ana Camarra disse...

CRN

Parafraseando

“Sigo escribiendo, y continúo aprendiendo de los otros, incluyendo a los jóvenes y a las clases más explotadas, aprendiendo con su experiencia y su situación y su reflexión. Sigo teniendo gusto también por la vida y por la naturaleza, respetando a las personas y teniendo, como grandes y gratificantes, valores como el amor y la amistad.”

Que cada cual haga su juicio sobre tales personas…

Beijos

Anónimo disse...

Ana,
Se houver coragem!

A revolução é hoje!